¡Hola a todos y a todas de nuevo!
Para esta nueva entrega, escribiré sobre los fondos de cooperación.
¿Es necesario para coordinar esfuerzos?
Antes de nada, agradecer a «Municipalismo y solidaridad © Confederación de Fondos de Cooperación y Solidaridad Depósito Legal: B-35.109-2001 / Julio 2001«
«NINGÚN PAÍS NI SOCIEDAD ES POBRE. NOS EMPOBRECEN SISTEMAS OPRESORES»
TIDUS COOP.
Pequeña introducción:
El ámbito local es un espacio privilegiado para tejer redes de solidaridad entre los pueblos del Norte y del Sur. Estas redes deben ir construyéndose a partir de la participación ciudadana en asociaciones diversas, sindicatos, centros educativos, etc. El municipio, como instancia institucional más cercana a la ciudadanía, tiene la responsabilidad de colaborar con estas iniciativas sociales y de ofrecerles cauces para ejercer su vocación de solidaridad. Desde el municipio debe hacerse una política de apoyo a las iniciativas locales, de coordinación de esos esfuerzos y de sensibilización en torno a la necesidad de una mayor equidad entre Norte y Sur. El municipio es, pues, un lugar idóneo para practicar la cooperación descentralizada: desligada de grandes presiones políticas, ajena a intereses comerciales y tendente a un desarrollo sostenible desde el punto de vista económico, social, ambiental y político.
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Sin embargo, la cooperación hecha desde el municipio tiene sus propios riesgos.
- El primer gran riesgo es el de la atomización, es decir, el de la multiplicación de pequeños esfuerzos dispersos tanto en el espacio como en el tiempo. La proliferación de pequeños proyectos, a menudo fragmentarios, en áreas geográficas lejanas unas de otras y que no siempre tienen continuidad en el tiempo, no constituye el mejor camino para un trabajo de cooperación que aspire a consolidarse y a ser constantemente evaluado y reorientado.
- El segundo gran riesgo es el de la asunción de responsabilidades para las que no se tienen la capacitación y los recursos necesarios. Un buen trabajo de cooperación requiere personal técnico capacitado para evaluar y seleccionar proyectos, requiere capacidad para hacer un seguimiento de su ejecución, y requiere voluntad de informarse y reflexionar continuamente sobre cuál es el trabajo de cooperación que debe hacerse desde el ámbito local.
¿Son los fondos de cooperación quienes tienen la vocación de dar y ser respuesta a esas limitaciones?
El análisis y la reflexión en torno a las diversas experiencias de cooperación municipal llevadas a cabo en el Estado español a partir de la década de los 80 mostró a los propios municipios la necesidad de crear instancias que facilitaran la coordinación supramunicipal y optimizaran el trabajo de las diferentes administraciones locales.
Los fondos son sobre todo espacios de coordinación entre las diferentes entidades locales, que evitan, de esta manera, modelos de cooperación contradictorios entre ellas.
La existencia de los fondos se basa, pues, en la necesidad de coordinar la acción de diferentes instancias que quieren hacer un trabajo de cooperación descentralizada, un principio recogido por la Ley de Cooperación Internacional española:
“El alto número de instituciones y entidades participantes en la política de cooperación ha propiciado el desarrollo de un programa de ayuda desconcentrado y descentralizado y donde es preciso alcanzar la adecuada colaboración, complementariedad y coordinación entre las diferentes Administraciones Públicas y los diferentes actores de cooperación, capaz de asegurar y garantizar la mayor eficacia y coherencia del propio programa de ayuda”
(Exposición de Motivos de la Ley de Cooperación Internacional para el Desarrollo, 23/98).
Resulta de singular importancia el hecho de que las propias ONG que trabajan en el campo del desarrollo han recomendado la creación de fondos de cooperación en las comunidades autónomas que no los tienen. La Coordinadora de ONG para el desarrollo afirma que la propuesta de los fondos “resulta una eficaz herramienta administrativa y técnica de cooperación municipal que evita duplicidades de financiación y gastos de gestión”. Los fondos, añade, “dan una mayor consistencia y continuidad a los proyectos, y facilitan la relación entre las administraciones y las ONGD” (CONGDE, 1999).
La adecuación de los fondos de cooperación como respuesta al riesgo de descoordinación que entraña la cooperación descentralizada ha sido puesta de manifiesto por el Comité de Ayuda al Desarrollo (CAD), es decir, por el organismo especializado en cooperación internacional de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE):
“La descentralización de las actividades de ayuda bien puede llevar a la dispersión de los esfuerzos y a cierta falta de coherencia en las acciones emprendidas.
Los fondos de cooperación y solidaridad regional son otras características interesantes y positivas de la ayuda española. Permiten a un municipio más pequeño, que no puede permitirse crear su propio programa de ayuda, agruparse en “Fondos de Cooperación” regionales constituidos en forma de organizaciones sin ánimo de lucro”.(CAD, 1998).
Pero… ¿Qué es un fondo de cooperación?
Un fondo de cooperación es un organismo sin ánimo de lucro que reúne y coordina a ayuntamientos y otras instituciones públicas y privadas con la finalidad principal de crear un fondo económico para contribuir al desarrollo de los países empobrecidos y para realizar campañas de sensibilización sobre las causas que provocan el actual desequilibrio en el reparto de la riqueza entre los pueblos del Norte y del Sur. Los fondos normalmente adoptan la forma jurídica de una asociación (aunque también puede tomar la de un consorcio).
El ámbito territorial de los fondos es el de la comunidad autónoma, excepto en el caso de las Islas Baleares, en las que la realidad geográfica hizo que se adoptara la isla como ámbito territorial.
Los municipios son los protagonistas de la vida y de la acción de los fondos. Junto a ellos, otras instancias institucionales autonómicas o locales pueden tomar parte en los fondos: consejos comarcales, mancomunidades, diputaciones, consejos insulares, gobiernos autonómicos, etc. Todas estas instituciones deben colaborar en el fondo de cooperación con independencia de los distintos partidos políticos que las gobiernen.
El trabajo de los fondos no tiene que estar, por tanto, sujeto a las constantes variaciones en el panorama político. Ésta es la única forma de garantizar un trabajo coherente en el tiempo.
No debemos olvidar, por otra parte, la importancia de coordinar esfuerzos con la sociedad civil: ONG, asociaciones, centros educativos, universidades, colegios profesionales, partidos políticos, sindicatos, instituciones religiosas, etc. El modo en que se articulan las relaciones entre los socios institucionales y estos actores de la sociedad civil varía de un fondo a otro, pero siempre existe esta voluntad de diálogo constante y trabajo coordinado. Tampoco podemos olvidar que el objetivo de esfuerzo en común no se limita a las diferentes entidades del Norte, sino que la colaboración con instituciones políticas (de ámbito local, fundamentalmente) y con el tejido social de los países del Sur es esencial para poder llevar el trabajo de cooperación que se propone.
El objetivo inicial de los fondos de cooperación es el de la gestión conjunta de los recursos económicos que las diferentes entidades que los conforman destinan a la cooperación con los países del Sur. La experiencia de los fondos, sin embargo, ha puesto de manifiesto que aquello que realmente les da sentido es el diseño y la puesta en práctica de un modelo propio de cooperación. Podemos decir, por tanto, que la existencia de los fondos responde a un doble objetivo: por una parte, se trata de ofrecer a las entidades locales un instrumento de colaboración en materia de cooperación, de forma que se evite el riesgo de atomización y dispersión de las iniciativas; por otra parte, se intenta crear un programa de trabajo solidario de perfiles propios, para superar así las limitaciones de la cooperación centralizada.
¿Y vosotras o vosotros… qué opináis de los fondos de cooperación?
Seguiré esta línea para saber más en próximas entregas…
TIDUS COOP.
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